Colombia produjo 430 toneladas de cocaína y el Perú 302. Sin
embargo, las autoridades del primer país lograron incautarse de 198
toneladas y las segundo de 20, con lo que al final entraron al mercado
232 y 282 toneladas, respectivamente.

El «Estudio comparativo de la evolución de la coca y la cocaína en
Perú y Colombia», realizado por Antezana y García Díaz a partir de
cifras de reconocimiento internacional, también apunta a que el Perú
superará pronto a Colombia como primer productor mundial de coca, base
de la cocaína. La tendencia se deduce de que por ejemplo en 2008.
Colombia erradicó 95.731 hectáreas de cultivo de coca, mientras que
el Perú eliminó 10.143. Esto obedece, según los expertos, a que
mientras en Colombia se erradica en los 24 departamentos en que hay
producción, en el Perú la acción se limita a dos, San Martín y Huánuco,
y en el último de ellos sólo parcialmente.

Otras cifras del estudio señalan que el año pasado las autoridades
colombianas destruyeron 3.209 laboratorios de producción de cocaína,
mientras que las peruanas lo hicieron con 1.125, y que mientras en el
primer país se incautaron 9.637 toneladas de insumos, en el segundo
cayeron 470.

De acuerdo con el análisis de Antezana y García Díaz, dos de las
principales fuentes de la materia en el Perú, la diferencia en los
resultados obedece a las distancias que hay en cuanto a conducción
política y dinero destinado a la lucha.

«En Colombia la lucha antinarcóticos la encabeza el propio
presidente de la República, pero aquí no ocurre eso», lamenta el
informe, que añade que mientras Bogotá invirtió 1.000 millones de
dólares para combatir el narcotráfico entre 2003 y 2008, Lima invirtió
menos de 350 millones en el mismo lapso.

Dentro de la estructura del narcotráfico, el Perú, que tiene una
base cultural para el cultivo de coca, fue durante años el principal
abastecedor de esa hoja en el mundo. La coca peruana era enviada a los
cárteles colombianos, con lo que el país era un mero exportador de
materia prima y como máximo de pasta básica.  
Después, el país fue además desplazado como mayor productor de coca
por la propia Colombia, donde los narcotraficantes comenzaron a
estimular sus propios cultivos. No obstante, según los expertos, el
cuadro comenzó a cambiar con la irrupción de los cárteles mexicanos,
que desplazaron a los colombianos del negocio en el Perú e introdujeron
como novedad el sistema de que la cocaína se hiciera en el mismo
territorio peruano.

Los dos epicentros de mayor riesgo en la materia son las zonas
formadas por el valle de los ríos Apurímac y Ene y el valle del río
Huallaga, ambas en áreas selváticas en donde, según investigaciones, el
cultivo de coca hace simbiosis con la presencia de mafias y de
remanentes del grupo armado Sendero Luminoso que sirven como virtual
ejército privado.