El documento recuerda que la norma vigente prohibe fumar en lugares de trabajo y en centros y actividades culturales o deportivas, mientras que en los negocios de hostelería establece que los locales con más de cien metros cuadrados tienen la opción de habilitar zonas para fumar separadas del establecimiento.

Aunque el texto plantea que en su momento fue una de las normas más avanzadas del mundo, que consiguió que más de un millón de personas dejaran de fumar en su primer año de vigencia y que redujo los infartos un 11 por ciento en hombres y un 9 en mujeres, también reconoce que más de 50.000 muertes al año en nuestro país se deben al consumo de tabaco, que la aplicación de la normativa es desigual en las comunidades autónomas y que los resultados obtenidos en países como Francia, Italia, Reino Unido, Noruega y Suecia, donde la regulación es más estricta, así como las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el Congreso de los Diputados, plantean la necesidad de reformar la ley y aumentar las restricciones en el consumo sin generar perjuicios económicos al sector de la hostelería y el ocio.

El ministerio ha cumplido así el deseo del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo de avanzar en el endurecimiento de la norma antes de concluir 2009, aunque de sus peticiones sólo ha incluido en el documento de reforma la prohibición total en espacios públicos abiertos, obviando la subida de los impuestos sobre el tabaco y la garantía asistencial para dejar el hábito en el Sistema Nacional de Salud.

Con todo, el ministerio considera que la aplicación de sus iniciativas tendrá beneficios sanitarios -profundizar en los efectos positivos demostrados en otros países y proteger la salud de los trabajadores de la hostelería y los menores- sociales -garantizar la equidad en el acceso de los ciudadanos a los espacios libres de humo- y económicos -reducir los costes sanitarios vinculados al tabaquismo, que ascienden a 7.695,29 millones de euros anuales sólopor la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma, las enfermedades coronarias, las patologías cerebrovasculares y el cáncer de pulmón-.

La postura del ministerio es respaldada por 36 colectivos, entre los que se encuentran la Organización Médica Colegial, las sociedades de primaria Semfyc, Semergen y SEMG, el Foro Español de Pacientes, y las sociedades españolas de Salud Pública Cardiología, Epidemiología, Geriatría y Pediatría, entre otras.