El acceso a la droga es “muy fácil”. Es lo que piensa el 92,9% de los estudiantes encuestados para el informe Estudio sobre prevalencias, actitudes, patrones y motivaciones de la población universitaria en relación al consumo de drogas, presentado en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Y un 4,5% cree que conseguir alguna sustancia estupefaciente es “fácil”, con lo que el porcentajede estudiantes que ve algún tipo de complicación en el acceso a la droga es mínimo.
Que la mayoría de los universitarios sepa cómo conseguir droga no significa que el consumo sea una práctica extendida, al menos, en cuanto a las sustancias ilegales. En el estudio —realizado a partir de un millar de entrevistas a los alumnos de la Pablo de Olavide— se afirma que el 11,6% de los estudiantes consume cannabis, el 1,6% drogas de síntesis y el 0,9% cocaína.
Lo que sí está mucho más extendido es el uso de drogas legales. El alcohol, con un 62,8% de universitarios que admite que lo consume, encabeza la lista. El 22,9% reconoce que fuma tabaco.
Respecto a las consecuencias del consumo de este tipo de sustancias, un 91,5% ve una relación directa entre las drogas y los comportamientos violentos. Y, en cuanto a los riegos para la salud, los entrevistados consideran que el cannabis, por ejemplo, es menos perjudicial que el tabaco.
También se desprende del estudio que las drogas están presentes en el entorno de los universitarios. Así, el 57,3% de los encuestados conoce a consumidores.
Los estudiantes no creen mayoritariamente en la despenalización total del consumo de drogas. El 64,3% piensa que se tiene que sancionar cuando se toman en público. Aunque el 42,6% sí opina que se debería permitir en privado, frente al 16,9% que no acepta ni siquiera esta posibilidad.
