04 marzo 2009
Un trabajador del sector hostelero fuma sin quererlo unos cuatro cigarrillos al día
Dos estudios coordinados por la Agencia de Salud Pública de Barcelona
(ASPB) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO), con la colaboración
de las consejerías de Salud de Baleares, Madrid, Cantabria, Comunidad
Valenciana, Galicia, Extremadura y La Rioja, concluyen que la
prohibición total de fumar
en bares y restaurantes evitaría 1.000 muertes anuales entre los
empleados de este sector. Y es que se calcula que los trabajadores de
hostelería tienen entre un 20% y un 25% más de posibilidades de
contraer un cáncer que el resto de la población como consecuencia de su
exposición permanente al tabaco
Así, según estos informes, cada trabajador de un bar, discoteca o
restaurante se fuma sin quererlo, sólo con respirar el ambiente del
local, el equivalente a cuatro cigarrillos diarios durante su jornada
laboral. No obstante, los documentos presentados añaden que la ley antitabaco,
que cumple ya tres años desde su puesta en marcha, ha sido efectiva en
los centros de trabajo, donde se ha dejado de fumar, sobre todo en
«oficinas privadas y en la Administración».
«La ley del tabaco es útil en aquellos espacios en que se ha
prohibido fumar, pero sus excepciones en la hostelería la hacen
ineficaz y discriminatoria para la mayoría de trabajadores del sector,
que siguen expuestos a los cancerígenos y tóxicos del humo del tabaco»,
señaló Manel Nebot, de la ASPB. Además, los informes reflejan que el
nivel de concentración de nicotina en el ambiente en bares y
restaurantes es hoy un 37,2% superior que antes de la entrada en vigor
de la norma. «Donde se puede fumar, se fuma más», aseguró Esteve
Fernández, investigador del ICO.
Los expertos sanitarios reclaman por ello a la Administración que
prohíba fumar en todos los establecimientos públicos. «Podemos pensar
que se produciría una revuelta o habría muchos problemas, pero también
se aplica una ley como la antitabaco y no ha habido más problemas»,
apuntó Nebot. «La norma no protege lo suficiente a los trabajadores de
la hostelería. Si la ley prohibiera fumar en todos los locales se
podrían evitar 1.000 muertes de trabajadores del sector», insistió
Fernández. Y es que en España hay un millón y medio de personas que
trabajan en bares y restaurantes, y el 53% está expuesto al humo.