UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, ha creado un Observatorio de Violencia de Género y Adicciones para avanzar en la detección precoz de ambas problemáticas teniendo en cuenta las necesidades reales, y también las opiniones, de las personas que viven con estas situaciones, así como de los profesionales y las propias entidades que las atienden.
Así lo ha explicado este lunes la vicepresidenta de UNAD, Felisa Pérez, durante la jornada ‘Violencia de género y adicciones. Análisis, retos y realidades’, que se ha celebrado este lunes en Madrid, coincidiendo con el mes contra la violencia de género.
Durante la jornada, la vicepresidenta ha alertado de que la violencia de género relacionada con las adicciones es algo a lo que hay que prestar “especial atención” para trabajar además de en la prevención, también en herramientas y protocolos para llevar a cabo un abordaje y una atención integral.
En este sentido, Pérez ha explicado que, los pocos estudios existentes en este ámbito calculan que más del 60% de las mujeres drogodependientes ha sufrido violencia sexual por parte de los hombres durante su período de consumo, así como abusos sexuales durante su infancia y adolescencia. A nivel internacional este porcentaje aumenta hasta el 74% de las mujeres en tratamiento por abuso de sustancias.
Además, en este punto, se ha puesto sobre la mesa que la violencia contra las mujeres “se ceba” de una manera “muy significativa” sobre las mujeres con adicciones, siendo su frecuencia de victimización muy superior a la de otros segmentos sociales, según se evidencia en el informe ‘Situación en España de la violencia de género y el abuso de sustancia’, elaborado por el Plan Nacional sobre Drogas y La Federación de Municipios y Provincias.
Por lo tanto, las adicciones y la violencia de género son elementos asociados en ambos sentidos, ha puntualizado la vicepresidenta de UNAD. “De hecho, la violencia de género que sufren las mujeres con adicciones debe ser entendida como aquella violencia estructural ejercida sobre las mujeres por el mero hecho de serlo y fruto de las relaciones desequivalentes de poder históricamente construidas entre hombres y mujeres, y no como una consecuencia de sus consumos problemáticos, aunque está situación las haga más vulnerables”, ha dicho.
Por esto, y consientes de que la violencia de género y las adicciones conllevan consecuencias psicológicas, estigmatización, culpa, así como múltiples problemas asociados, la red UNAD ha puesto en marcha un Observatorio para avanzar en esta línea y formar a las personas profesionales de la red proporcionándoles los recursos y herramientas necesarias para que sepan captar, prevenir y actuar.
COMPROMISO POLÍTICO
Durante la jornada, las investigadoras del programa 'Políticas públicas en defensa de la inclusión, la diversidad y el género’ de la Universidad de Salamanca, Eva Picado, Raquel Guzmán y Amaia Yurrebasco, han puesto de manifiesto las diferencias entre las comunidades autónomas para abordar estas dos problemáticas, violencia de género y adicciones. Por ello, desde la red UNAD han aprovechado para subrayar la necesidad de tener compromiso político a todos los niveles para trabajar en la detección precoz de violencia de género para que se convierta en una “prioridad” en las políticas públicas.
Además, en la jornada se han abordado las alianzas para avanzar en ese abordaje integral y se ha conocido la realidad de la violencia de género y las adicciones de la mano de las propias entidades de la red UNAD.
