09 julio 2009
Bruselas quiere que todos los Estados miembros prohíban para 2012 fumar en lugares públicos cerrados
Con el fin de que quede totalmente prohibido el tabaco
en los lugares públicos cerrados en 2012, la Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros que endurezcan sus leyes a este respecto,
ya que en la actualidad sólo 10 países de la UE aplican de forma
íntegra esta normativa
La comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassiliou, señaló que
aunque casi todos los Estados miembros tienen algún tipo de regulación
para proteger a los ciudadanos del humo del tabaco, uno de cada cinco
europeos está diariamente expuesto a esta sustancia nociva. Así, una persona no fumadora
que viva con un fumador tiene un 30% más de posibilidades de padecer
cáncer de pulmón o problemas cardiovasculares, y la exposición al humo
es especialmente peligrosa para la salud de niños y bebés, subrayó
Vassiliou.
A día de hoy, los países que cuentan con una legislación que
prohíbe integralmente fumar en lugares públicos cerrados y de trabajo
son Irlanda, Gran Bretaña, Francia, Malta, Suecia, Finlandia, Letonia,
Eslovenia, Holanda e Italia, mientras que Bulgaria ha anunciado que lo
hará en 2010. En el resto, España entre ellos, los ciudadanos «todavía
no están debidamente protegidos contra el humo del tabaco en lugares
públicos», apuntó la comisaria, que se mostró «especialmente
preocupada» por la concentración de humo en los bares y discotecas en
los que se permite fumar.
La comisaria defendió que existe una «amplia mayoría» de ciudadanos
a favor de las medidas restrictivas del consumo de tabaco en los
lugares públicos. Por ello, el Ejecutivo comunitario reclama a los
Estados miembros que todavía no lo han hecho que adopten y apliquen
leyes para garantizar una protección total.
Bruselas quiere que se pongan en marcha estas medidas durante los
próximos tres años. Además, busca que las normativas anti-tabaco sean
complementadas con iniciativas para mejorar la protección de los niños,
ayudas a los fumadores que quieran dejar el tabaco y el uso de mensajes
de advertencia en las cajetillas. También sugiere la creación de una
red de organismos nacionales de control del tabaco para reforzar la
cooperación europea en este ámbito.