Entre los problemas sanitarios que más afectan a los jóvenes, la OMS cita en primer lugar a los embarazos y partos precoces. Según sus estimaciones, cada año dan a luz unas 16 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, lo que supone aproximadamente un 11% de todos los nacimientos registrados en el mundo.
La gran mayoría de esos nacimientos se producen en países en desarrollo, dato que se suma al mayor riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo entre las adolescentes que en las mujeres mayores. Cuanto más joven la adolescente, mayor es el riesgo.
Respecto al sida, la OMS afirma que en 2008 la población de 15 a 24 años supuso aproximadamente el 40% de los casos de nuevas infecciones por VIH registrados entre los adultos en todo el mundo. En datos numéricos, cada día se contagian 2.500 jóvenes, y a nivel mundial hay más de 5,7 millones de jóvenes afectados por el VIH/sida.
En la actualidad, entre los jóvenes, solo el 30% de los hombres y el 19% de las mujeres tienen conocimientos «amplios y correctos» para protegerse contra el virus, subrayan. Por ello, una buena estrategia de prevención para la OMS sería la de facilitar un mejor acceso al asesoramiento y a las pruebas del VIH para informar a los jóvenes sobre su serología, ayudándoles a obtener la atención que necesitan y evitando así una mayor propagación del virus.
Sobre los trastornos de salud mental, la OMS asegura que, en un año cualquiera, aproximadamente el 20% de los adolescentes padecen un problema de este tipo, como depresión o ansiedad. A este respecto, propiciar el desarrollo de aptitudes para la vida en los niños y adolescentes y ofrecerles apoyo psicosocial en la escuela y otros entornos de la comunidad son medidas que pueden ayudar a promover su salud mental, según este organismo.
En referencia al consumo de tabaco, la OMS advierte de que la gran mayoría de los fumadores que hay el mundo adquirieron el hábito en su adolescencia. De hecho, se estima que unos 150 millones de jóvenes consume tabaco actualmente, y esa cifra está aumentando a nivel mundial, especialmente entre las mujeres jóvenes, aseguran.
De acuerdo con las estimaciones de los especialistas, la mitad de esos consumidores morirán prematuramente como consecuencia de ello. Por este motivo, la OMS propone la prohibición de la publicidad del tabaco, el aumento de los precios de los cigarrillos y la adopción de leyes que prohíban fumar en lugares públicos, como la que se tramita actualmente en España, para reducir el número de personas que empiezan a consumir tabaco.