16 noviembre 2009
Cerca de dos millones de españoles son alcohólicos

Más de 3,68 millones de españoles (un 8% de la población) abusa del alcohol y casi 2 millones
(4%), son o están en riesgo de ser adictos a la bebida, por lo que
necesitan tratamiento, según destacó el doctor Francisco Pascual,
asesor de la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de España (FARE).


En la presentación de una guía de buenas prácticas creada por FARE en colaboración con el Plan Nacional sobre Drogas,
Pascual explicó que se habla de abuso cuando el paciente bebe a diario
el equivalente a medio litro de vino y de dependencia cuando lo que se
consume al día es la cantidad equiparable a una botella de vino de tres
cuartos.

Aunque se manejan cifras estimadas de afectados por
el alcohol en España -que no cuantifican aspectos importantes como el
consumo compulsivo de alcohol entre jóvenes- los registros
informatizados que se están creando en las comunidades autónomas darán
«datos más concretos de la situación dentro de dos años», apuntó el
experto.

No obstante, según el doctor Pascual, la observación
que realizan los profesionales que atienden a estos pacientes en
clínicas y centros de rehabilitación ha demostrado que, en los últimos
años, ha habido un cambio de perfil de estos dependientes, «que antes
eran personas de 40 ó 50 años y ahora son jóvenes de unos 20 años de
edad, que además de consumir alcohol toma cocaína y cannabis».

En
los nuevos alcohólicos «el componente psicológico de la dependencia es
mucho más fuerte que el componente físico, que se veía años atrás, con
los síndromes de abstinencia o los delirium tremens». «Ahora lo que vemos son muchas carencias a nivel conductual, como irritabilidad o carencia de valores», indicó.

Ante
esta situación, el especialista considera que una ley para combatir el
consumo de alcohol entre los menores, como la que intentó sacar
adelante como ministra de Sanidad Elena Salgado, es «una asignatura
pendiente de esta sociedad» que «se debería retomar», ya que es una
norma «imprescindible» que fracasó por falta de consenso.

Asimismo,
destacó la utilidad de guías como la elaborada por psicólogos, médicos
y alcohólicos rehabilitados de FARE -disponible en la web del Plan
Nacional sobre Drogas y de esta asociación-, un documento para ayudar a
los profesionales que trabajan con estos pacientes a valorar los
problemas, tanto personales como sociales o de otra índole, que le
llevaron a refugiarse en la bebida.

«Queremos que médicos,
trabajadores sociales y psicólogos cuenten con un instrumento para
valorar aquellos aspectos -de sexualidad, relaciones familiares,
conducta del día a día o relación con el entorno- que pueden darles una
idea de cómo ayudar a estas personas a dejar de beber, pero también a
reestructurar sus vidas», explicó.

Por su parte, la delegada del
Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, resaltó que
esta guía es un esfuerzo del plan por adaptarse «a los nuevos
escenarios» del consumo de drogas y de dar una especial atención a
dependencias como la del alcohol, «tan frecuente y compleja» y que está
aumentando tanto entre los jóvenes españoles en forma de consumos
compulsivos de fin de semana.