12 mayo 2009
El 70% de los trabajadores con VIH oculta su estado

Muchas personas con VIH en España intentan hacer una vida lo más normal posible. Y «normal», en este caso, quiere decir con trabajo. Pero no es fácil. La tasa de desempleados entre los infectados es del 53,7%, el triple que la media nacional. Y, de ellos, un 70% oculta su estado de salud a sus jefes.Sobre todo, por miedo. Así lo concluye el informe Integración laboral de las personas con VIH


No son temores irracionales. Como explica una de las autoras, María José Fuster, los que trabajan viven con «miedo y angustia» a que los descubran. Los datos lo confirman: del 30% que ha dicho en su trabajo que tiene el VIH, dos tercios afirman que han sufrido discriminación. De ellos, casi la mitad dice que perdió su trabajo. «Me echaron porque me puse enfermo. Tuve varias neumonías. Cada vez estaba más enfermo y fueron a saco hasta que me echaron», afirma uno de los entrevistados para el trabajo. Fuster insiste: «Es indudable que hay discriminación, y que las personas lo viven así», añade.Sólo un 7,5% del total afirma que cuando en su trabajo se enteraron de su diagnóstico, «lo aceptaron».

Los autores del estudio recuerdan dos aspectos: primero, que en España nadie está obligado a declarar si se ha hecho las pruebas y su resultado. Segundo, que no hay ningún trabajo vetado a las personas con VIH.

El informe también recoge el cambio que ha supuesto la aparición de los tratamientos antivirales de alta eficacia. Prueba de ello es que del 53,7% que está desempleado, casi la mitad (el 48,1%) afirma que está buscando trabajo.

Hay varias causas para ello, afirma Fuster. Aparte de la económica, está el bienestar físico y emocional. Por ejemplo, el grupo más satisfecho es, al contrario que en la población general, el de los trabajadores autónomos. «Probablemente porque no tienen que rendir cuentas, tienen menos miedo a tener que dar explicaciones», dice.

El trabajo lo ha financiado la Fundación para la Investigación y la Prevención del Sida en España (FIPSE), un organismo que preside una representante del Ministerio de Sanidad y que se nutre con aportaciones de los laboratorios.