Los habitantes que residen en Cataluña, Extremadura, Galicia, Asturias y
Comunitat Valenciana lideran la lista de comunidades con mayor consumo
de antidepresivos, mientras que en el extremo contrario se colocan
Madrid, País Vasco, Andalucía, Ceuta y Melilla.
El consumo de
tranquilizantes duplica el de antidepresivos en la Comunitat
Valenciana, según datos de la multinacional que dan a conocer que la
ratio por habitantes es de 1,23 envases de ansiolíticos por 0,70 de
antidepresivos.
Tras apuntar a una relación directa entre el consumo
de antidepresivos y la crisis, un portavoz de la multinacional recordó
que uno de cada cuatro pacientes que acuden a la atención primaria en
España sufre un problema psiquiátrico.
En España, excluyendo los
trastornos causados por el abuso de sustancias, el 9% de la población
sufre al menos un trastorno mental y algo más del 15% lo padecerá a lo
largo de su vida.
La distribución de la prevalencia por comunidades
autónomas es relativamente uniforme, oscilando entre el 15,7% de
Andalucía y el 23,6% en Cataluña.Los trastornos mentales en España
-el más frecuente es la depresión-, suponen la segunda causa de baja
laboral y el tercer grupo de enfermedades que genera más gasto al
sistema sanitario público (más de 7.000 millones de euros, de los que
3.000 corresponden a los costes por baja laboral).
El psiquiatra José
Carlos Fuertes manifestó que los grupos de población con un bajo nivel
de ingresos, desempleados, viudos y divorciados tienen más
probabilidades de sufrir una depresión. Un estudio realizado por el
especialista sobre una muestra de 200 personas, revela que el 40% de
estos pacientes admiten haber aumentado el consumo de alcohol de forma
notable en los últimos seis meses, un 4% se ha iniciado en el consumo de
cocaína y un 8% tendrá dependencia alcohólica.
Se observa además un
aumento de la consulta de psiquiatría en un 25% en relación con 2007 y
diez intentos de suicidio.La patología más frecuente diagnosticada y
relacionada con la situación derivada de la crisis son los trastornos
de ansiedad, abuso de alcohol y la depresión.
El psiquiatra abogó por
el uso de psicofármacos que consideró una medida «muy eficaz para
estabilizar y serenar el ánimo, además de mejorar las condiciones para
afrontar una situación difícil.