21 octubre 2009
El gobierno norteamericano levanta el acoso al uso médico del cannabis

El Gobierno del presidente Barack Obama ordenó ayer a los fiscales de la Administración pública que no persigan a aquellas personas que utilicen marihuana con fines médicos en aquellos 14 Estados en los que su uso terapéutico es legal, como California, Nuevo México o Maine


Esta decisión del Departamento de Justicia supone un importante giro respecto a las directrices del ex presidente George Bush, que mantuvo la persecución de cualquier consumo de marihuana aunque las leyes estatales lo consideraran legal. Y podría estimular nuevas iniciativas hacia la legalización de esta sustancia en los lugares en los que esa posibilidad está siendo discutida.

“No será una prioridad el uso de recursos federales para perseguir a aquellos pacientes que sufran enfermedades serias, o a sus cuidadores, si cumplen con las leyes estatales sobre el uso médico de la marihuana, pero no toleraremos que los traficantes de droga se escondan tras el reclamo del cumplimiento de las leyes estatales para enmascarar actividades claramente ilegales”, dijo el fiscal general Eric Holder en un memorando.

En California, por ejemplo, es legal consumir marihuana por motivos médicos desde 1996 tras una votación popular. Desde entonces se ha consolidado toda una industria de cultivo y venta a través de cooperativas y organizaciones sin ánimo de lucro. No obtener beneficios es el requisito imprescindible para regentar un establecimiento de ese tipo.

Las autoridades locales de Los Ángeles consideran que, sólo en esa ciudad, hay más de un millar de tiendas de marihuana. El Ayuntamiento anunció recientemente que la policía local comenzará a realizar registros rutinarios para detener a los vendedores que, ocultamente, estén obteniendo beneficios por la venta del cannabis.

La Administración del ex presidenteBush defendió que no hay evidencias científicas de que la marihuana ayude en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la fibromialgia o la esclerosis múltiple. Una de sus últimas medidas al respecto fue la difusión de un informe clínico, elaborado por la agencia antidroga, que aseguraba que la marihuana eleva en un 40% el riesgo de padecer trastornos mentales y nerviosos, como depresión, ansiedad e incluso esquizofrenia.

Las organizaciones que defienden su consumo aseguran que ayuda a muchos pacientes a mitigar dolores intensos, a reducirnáuseas y vómitos, y a combatir la pérdida de apetito. Estos grupos pidieron ayer al presidente medidas más contundentes. “Es hora de que la Administración de Obama apruebe nuevas leyes federales que acaben con la prohibición irracional de la marihuana para usos terapéuticos”, dijo Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la organización Drug PolicyAlliance.