En 2008, el Gobierno español pagó para cubrir los gastos sanitarios directos de sólo cinco enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, cáncer de pulmón, enfermedad cerebro vascular y coronaria.
De esa cantidad, el 38% se destinó a los gastos sanitarios ocasionados por la EPOC, es decir, 2.610 millones de euros, puntualizó el presidente de Separ.
El coste que tuvieron las empresas españolas en el citado año, como consecuencia del tabaquismo, fue de 7.840 millones de euros. De esta cifra, el 76% se atribuye a la pérdida de productividad, el 20% a costes adicionales de limpieza y conservación de instalaciones, y el resto al absentismo laboral.
“Además de los beneficios en cuanto a ahorro de costes a la Sanidad pública, la ampliación de la Ley Antitabaco supondría uno de los mayores avances en los últimos años en cuanto a salud pública”, afirmó Ruiz Manzano.
El neumólogo insiste en concretar que la ampliación de esta Ley se hace necesaria con el objetivo de “defender los derechos de los no fumadores a no inhalar el humo de tabaco”. Insiste también en señalar que el tabaquismo debe tratarse como un problema de salud pública de gran dimensión que cada año se cobra vidas humanas de fumadores activos y pasivos.
El doctor Carlos Jiménez, coordinador del área de tabaquismo de Separ, subrayó que todos los estudios sobre el impacto económico de las leyes de ambientes libres de humo en diversos países revelan que no hay consecuencia negativa alguna para el sector hostelero y que, si se produce algún cambio, es en sentido positivo, como ha sido recientemente demostrado que tras la entrada en vigor de la actual ley, en 2006, se crearon unos 34.000 puestos de trabajo en el sector y durante el primer año, incluso facturaron 2.200 millones de euros más que el año anterior.