21 noviembre 2008
Exposición interactiva «Hablemos de drogas»

Sin moralinas. Sólo información veraz y contrastada. Para que cada uno
decida si merece la pena asumir el riesgo. Así es la exposición
«Hablemos de drogas», que está recorriendo diferentes ciudades españolas de la mano de la
Fundación La Caixa 


La exposición consta de ocho espacios modulares en
los que se explica, a través de paneles, pantallas interactivas, vídeos
y juegos, qué son las drogas, su impacto social, sus efectos en el
cerebro y qué riesgos representan para la salud.

El comisario de la exposición, Rafael Maldonado, ha recordado que los
seres humanos «somos libres» y tomar o no drogas es «una decisión
personal». Sin embargo, destacó el catedrático de Farmacología, los
consumidores no siempre saben lo que hacen. Por ejemplo, quizá ignoren
que nuestro cuerpo «no distingue» entre drogas legales e ilegales, una
frontera puramente administrativa que separa al tabaco y el alcohol de
la cocaína o el éxtasis, pese a que todas son sustancias adictivas. Además, recordó Maldonado, hay diferentes factores que convierten
el consumo de drogas en una «ruleta rusa»: el riesgo de tomar estas
sustancias depende de nuestra vulnerabilidad individual y de factores
ambientales. Así, la misma conducta -fumar porros- puede ser para unas
personas un simple acto lúdico y para otras, el desencadenante de una
grave enfermedad mental.

La exposición, que ya ha pasado por varias ciudades españolas,
utiliza técnicas interactivas muy gráficas y atractivas para la gente
joven. Entre los módulos que incluye, hay una pantalla táctil en la que
podemos examinar nuestros conocimientos sobre las drogas; en otro, el
visitante debe adivinar cuál de los personajes de un vídeo es adicto a
determinada droga; y en un tercero, cómo una araña teje su tela bajo la
influencia del LSD.

Una sala muestra al detalle los efectos
perniciosos, tanto físicos como psicológicos, de diferentes sustancias;
y en otra se explica cómo funciona el mecanismo de la adicción, que
hace que la misma dosis que al principio da placer pronto es
insuficiente.

La exposición forma parte de un plan mucho más ambicioso al
que la Obra Social de La Caixa ha dedicado 7,5 millones de euros. Su
directora, Joana Prats, explicó las diferentes líneas de actuación del
Programa de Prevención del Consumo de Drogas dirigidas a jóvenes,
padres, docentes, profesionales sanitarios y ciudadanos en general.
Este plan parte de la base de que el consumo «recreativo» de tabaco,
alcohol y estupefacientes es cada vez más precoz y generalizado entre
los adolescentes españoles. Dentro de la campaña de sensibilización dirigida a los padres, La
Caixa ha distribuido 1.250.000 ejemplares de una guía entre las
familias españolas con hijos de entre 11 y 18 años.

La publicación
incluye consejos prácticos para iniciar una conversación sobre las
drogas y sus peligros y aconseja a los padres cómo actuar si sospechan
que sus hijos las consumen. En colaboración con la Dirección General de
las Familias y la Infancia, ha puesto en marcha un teléfono gratuito de
atención a los padres (900 22 22 29). Por otro lado, la Fundación ha distribuido en 8.000 centros
educativos con más de 400.000 alumnos de 11 a 18 años en total un kit
compuesto por un texto y dos DVD con recursos de apoyo audiovisuales e
interactivos para que los profesores planifiquen actividades formativas
en clase.

En colaboración con la Sociedad Española de Medicina Familiar y
Comunitaria (Semfyc), la Obra Social de la entidad catalana ha
elaborado otra guía destinada a pediatras, médicos de cabecera y
personal de enfermería de más de 2.800 centro de salud en toda España.
Este material ayuda a los profesionales sanitarios a orientar a las
familias y a detectar un posible consumo de drogas en adolescentes.