17 mayo 2010
Hay nuevas señales de que una vacuna del SIDA es posible

Nunca antes el Día Mundial de la Vacuna contra el Sida se había
conmemorado con tan importantes progresos científicos en su haber. En
los últimos meses la concentración de estos avances ha sido tal que han
supuesto un nuevo impulso a las investigaciones que se llevan
realizando desde hace 20 años.


Por primera vez una vacuna candidata ha mostrado cierta capacidad para
prevenir la infección en humanos y se han descubierto debilidades en el
virus que orientarán el diseño de futuras vacunas candidatas. Tras
estos importantes y necesarios estímulos, es el momento de redefinir
las prioridades científicas, de responder a las preguntas claves para
las que aún no se tiene respuesta.

También es el momento de
fortalecer el apoyo político y económico para progresar más rápido
hacia una vacuna que permita reducir las 7.500 infecciones diarias que
se producen a día de hoy. De hecho, existe un amplio grado de acuerdo
entre los expertos en que o seguimos dando apoyo ahora a la
investigación de la vacuna preventiva o nuestra generación y las
siguientes se verán hipotecadas por la carga creciente del VIH/SIDA.

El
anuncio en septiembre de 2009 de que por primera vez una vacuna
candidata, probada durante años en Tailandia, era parcialmente eficaz
para prevenir la infección por VIH en seres humanos ha reabierto la
esperanza. A ese logro se une el reciente descubrimiento por parte de
un grupo de investigadores, entre ellos de la Iniciativa Internacional
para la vacuna contra el SIDA (IAVI), de dos potentes anticuerpos
capaces de neutralizar el VIH y que pueden ser el Talón de Aquiles del
Virus.

“A pesar de que aún hay muchas preguntas sin respuesta,
todos estos avances han dado a la investigación de la vacuna el impulso
que necesitaba y tienen importantes implicaciones para el futuro diseño
de nuevas candidatas contra el VIH” asegura el Dr. Frans van den Boom,
Director Regional para Europa de IAVI que además añade: “El desarrollo
de una vacuna eficaz no sólo es necesario, sino que ahora tenemos
nuevos indicios de que es posible”.

Más de dos millones de
personas siguen muriendo al año a causa del VIH/SIDA. El 2010 se
estableció como fecha límite para alcanzar el objetivo de Acceso
Universal a la prevención, tratamiento y cuidados del VIH/SIDA. Sin
embargo, el 60% de las personas que necesitan antirretrovirales con
urgencia no disponen de ellos y por cada dos personas que comienzan el
tratamiento cinco personas se infectan por el virus. Esta realidad
requiere ampliar el acceso a los tratamientos, persistir en las
estrategias de prevención disponibles y a la vez apostar por la
investigación en nuevas tecnologías de la prevención como las vacunas y
los microbicidas.

Aunque
los retos para avanzar más rápido son en buena medida científicos, el
apoyo político y económico es fundamental. Este tiene que ser
continuado, a sabiendas de que la inversión es a largo plazo y que
requiere de los instrumentos de financiación adecuados. España lleva
varios años apostando de forma acertada por la I+D de vacunas para el
SIDA como parte de su estrategia de cooperación en salud, lo que ha
supuesto un importante apoyo económico a organizaciones científicas no
lucrativas como IAVI. Además en septiembre del pasado año 2009, el
Congreso de los diputados hizo explicito su apoyo a estas iniciativas a
través de una proposición no de ley aprobada de forma unánime por todos
los grupos parlamentarios.

“Tras la apuesta emprendida por el
Gobierno a favor de la I+D para resolver los grandes desafíos de salud
a los que se enfrentan los países empobrecidas, España debe continuar
apoyando a largo plazo, de forma sostenible y flexible los esfuerzos en
la investigación para encontrar una vacuna del SIDA lo antes posible”
afirma Vanessa López, portavoz de la coalición Tenemos SIDA, a lo que
añade: “Un recorte en las contribuciones ahora, cuando ya hemos
avanzado tanto, supondría un grave paso atrás que echaría por tierra
los logros alcanzados y nos alejaría todavía más del día que podamos
poner fin a la pandemia del SIDA, que tantas vidas humanas se cobra”.