La viceconsejera ofreció estos datos durante la
presentación de la publicación «Material Didáctico de Autoempleo e
Inserción Laboral de Drogodependientes», editada por la Agencia
Antidroga y elaborada en colaboración con la Unión de Cooperativas
Madrileñas de Trabajo Asociado y con el apoyo del Fondo Social Europeo.
Según explicó el director de la publicación, Javier Jiménez, ésta
aborda en sus tres volúmenes los principales aspectos de las labores
del autoempleo y la inserción laboral de los drogodependientes.
Mientras
el primer volumen está dedicado a las líneas generales, el segundo
establece una propuesta metodológica de inserción a través del
autoempleo y el tercero recoge algunas de las principales experiencias
de buenas prácticas en inserción laboral de drogodepenientes. Jiménez
destacó que el objetivo es servir de herramienta a todos los
profesionales de la Comunidad de Madrid y del conjunto de España que
trabajan en este ámbito, para lo cual la Agencia Antidroga hará una
distribución nacional gratuita de la publicación.
Entre
la información recopilada y sus principales conclusiones se encuentra,
según el director de la obra, la validez del autoempleo como
alternativa laboral aplicable a la población drogodependiente. «En
determinados casos de pacientes con un deterioro físico notable, el
autoempleo puede constituir la mejor alternativa, dada la dificultad
añadida que pueden encontrar para su contratación como asalariados»,
indicó.
Así mismo, la publicación
destaca que el empleo no es sólo un objetivo final, sino un motor de
cambio para el paciente. En este sentido, distingue tres perfiles de
pacientes en tratamiento según su situación y características
laborales: un primer perfil de formación media, con trabajo o que
trabaja habitualmente, y apoyo familiar estructurado. Suelen ser
consumidores de cocaína.
Heroinómanos
El
segundo grupo está integrado por pacientes heroinómanos estabilizados,
que avanzan en su rehabilitación y que han ocupado puestos laborales
que ahora no podrían desempeñar, por lo que necesitan un reciclaje
profesional. El tercer y último perfil corresponde a heroinómanos con
un largo historial de consumo y una salud muy deteriorada, que pueden
no haber trabajado nunca, haber estado largo tiempo inactivos o no
poder conservar un empleo por el deterioro de su estado de salud.
En
términos generales, los profesionales consultados por los autores de la
publicación concluyen que es necesario adaptar lo más posible los
procesos formativos a cada perfil de paciente, cuidando mucho la
calidad de la atención personalizada para conseguir la máxima eficacia
en la inserción laboral de drogodependientes.
Por
su parte, la viceconsejera de Sanidad explicó que los empleos que con
mayor frecuencia ocupan los drogodependientes se encuentran en el
sector de la construcción/mantenimiento (peones, albañiles,
electricistas, pintores) y dentro del sector servicios, como
limpiadores, mozos de almacén o administrativos.