16 septiembre 2009
La heroína como medicamento

Un proyecto piloto en Reino Unido demuestra que la prescripción de
dosis controladas de heroína a los adictos puede mejorar su calidad de
vida y disminuir el impacto de la delincuencia asociada al consumo, según una información de la BBC


En las pruebas, que se llevan a cabo desde hace cuatro años en tres clínicas de Reino Unido, participan 127 heroinómanos.

Según
informa el periodista de BBC Rob Broomby, el controvertido proyecto,
financiado en parte por el gobierno, suministra a los adictos dosis de
heroína, y sus impulsores descubrieron que después de seis meses de
tratamiento, tres cuartas partes de los consumidores redujeron
notablemente la compra de droga en la calle.
También
se comprobó que lo que gastaban los toxicómanos en la compra de
sustancias ilegales se redujo en más de 400 dólares a la semana.

Los
defensores del método sostienen que la prescripción de drogas de un
modo seguro y en un contexto terapéutico rompe el nexo con la
criminalidad y permite respaldar a los adictos en la larga batalla para
dejar las drogas.

El director del programa, el profesor John Strang del Centro
Nacional de Adicciones, le dijo a la BBC que el proyecto ayudó a
transformar la vida de los adictos más empedernidos.
«Es
como si cada uno de ellos fuera un buque petrolero camino al desastre,
y el propósito de esta prueba era ver si es posible hacerles cambiar el
rumbo» dijo el profesor Strang.
«El sorprendente descubrimiento, beneficioso para el individuo y para la sociedad también, es que sí, se puede», afirmó Strang.

Uno
de los participantes le contó a la BBC que el hecho de formar parte de
este programa experimental le ayudó a ordenar su vida.
«Mi vida cambió mucho, ahora tengo un trabajo a tiempo parcial y tengo posibilidades», dijo John, de 34 años.
«No consumo ninguna droga fuera del proyecto, tengo una vivienda y mi vida cambió un 100%».

Entre los antecedentes del programa se encuentra un proyecto
anterior en el norte de Inglaterra que inspiró un esquema similiar en
Suiza.
Otros países también han llevado a cabo pruebas con resultados parecidos, entre ellos España, en la región de Andalucía.
Sin embargo, la idea de que el Estado se convierta en un proveedor de drogas ilegales levanta ampollas y enciende el debate.

Además
de que un tratamiento de este tipo es bastante más caro que otros
métodos de desintoxicación, como los que utilizan la metadona en
sustitución de la heroína, algunos expertos no consideran que el
suministro controlado sea una buena idea.
Para
Neil McKegany, profesor del Centro para la Investigación sobre el Abuso
de Drogas de la Universidad de Glasgow, Escocia, los servicios de
atención a los adictos deben centrarse en ayudarlos a librarse de las
drogas y ser muy cautelosos a la hora de plantearse esta opción. «Comenzar a dar heroína a los toxicómanos puede ser un largo camino cuesta abajo», concluyó McKegany.