Los resultados preliminares de un estudio de la Universidad de Granada (UGR) indican que el72,28% de los hombres drogodependientes las consumen para ser capaces de realizar el acto sexual, mientras el 65,38% de ellos las usan para obtener mayor placer.
El estudio trata de evaluar qué drogas se consumen en un contexto sexual y cuáles son las repercusiones finales de este consumo. Para ello se ha entrevistado a 120 personas(104 hombres y 16 mujeres) drogodependientes, con edades comprendidas entre los 17 y los 63 años, siendo la media de 32,2 años.
La mayoría de los hombres que consumen drogas para desinhibirse y potenciarla sexualidad emplean la cocaína, pero este objetivo se trunca a los pocos consumos debido al efecto de habituación, “siendo necesario aumentar progresivamente las dosis para alcanzar los efectos deseados, lo cual puede derivar en una adicción”, dice Pablo Vallejo-Medina, uno de los profesores del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR que ha realizado el trabajo, en colaboración con varias instituciones.
Varios autores ya han demostrado que la cocaína sólo aumenta la potencia y el placer sexual cuando se administra en dosis bajas y a corto plazo.
Aunque la muestra de mujeres drogodependientes recogida en el estudio es pequeña, destaca el hecho de que sólo la mitad de ellas afirmaron haber recurrido a las drogas para obtener mayor placer en las relaciones sexuales.
La sustancia que más emplearon en esos casos fue la cocaína (el 38% de mujeres), seguida del alcohol (el 23%).
Por el contrario, cuando se trataba de romper el hielo, las mujeres prefirieron recurrir en su mayoría a las bebidas alcohólicas (72% de casos), seguidas del speed ball (14%) y la cocaína (14%). “Aunque varía según el individuo, se ha visto que, agrandes rasgos, el aumento de excitación mejora la sexualidad en las mujeres, mientras que en los hombres es mejor que se encuentren más relajados; es decir, un hombre excitado llega antes al orgasmo y lo disfruta menos, mientras que a una mujer menos excitada le cuesta más llegar”, añade Vallejo-Medina.