Las comunidades terapéuticas son recursos que se caracterizan por ofrecer a los usuarios una atención y una serie de actividades organizadas y supervisadas por un equipo de atención multidisciplinar. Las actividades que se llevan a cabo son de tipo psicoterapéutico , ocupacional, socioeducativas y médico-sanitarias.

El proceso de los pacientes en comunidad tiene una duración que va desde los 9 a los 14 meses y se compone de tres fases fundamentales, la primera es de acogida y adaptación donde no se permiten contactos directos con el medio habitual, la segunda es la fase de deshabituación en la que los usuarios programan sus objetivos en el proceso con la intervención de los terapéutas y la ayuda de la familia y por último se ofrece a los pacientes orientación y asesoramiento encaminado a favorecer su proceso de reinserción en la sociedad.

El perfil de los usuarios, es el de personas drogodependientes que han fracasado en otros recursos por tener una baja motivación y un nivel alto de desestructuración familiar y social y que requieren de un espacio libre de drogas que los aleje de los factores que favorecen su consumo.

Las comunidades terapéuticas son recursos muy consolidados y gracias a ellos se han logrado en muchos casos tratamientos adecuados para la normalización terapéutica de los pacientes.

Cabe destacar que en esta convocatoria ha habido un incremento del 23 % en el número de usuarios atendidos en el programa de comunidades terapéuticas con respecto al año anterior.