Con una tasa de paro cercana al 19%, estamos en una situación
económica difícil. Si hoy por hoy es complicado encontrar o mantener un
empleo,
las dificultades aumentan para las personas con VIH a causa de la
ignorancia y
la discriminación. Con motivo del Día del Trabajo, el Observatorio de
Derechos
Humanos y VIH/sida de RED2002 y la Federación Trabajando en Positivo
hacen un
llamamiento conjunto a las empresas, sindicatos, mutuas de trabajo y
administración para unir esfuerzos en la eliminación de la
discriminación hacia
las personas con VIH en el mundo laboral.
La
realidad
nos muestra que todavía nos queda mucho por avanzar. A pesar de la
existencia
de una legislación nacional e internacional que, teóricamente, ampara y
protege
a las personas que viven con VIH, durante los últimos años venimos
constatando
la existencia de situaciones de discriminación hacia las personas que
viven con
VIH en el ámbito laboral.
El
Informe
2009 de la Asesoría Jurídica del Observatorio de DDHH y VIH demuestra que pese a la existencia de prácticas que vulneran los derechos en todos
los
ámbitos, la discriminación en el ámbito del trabajo sigue siendo la
principal
fuente de consulta. Si en 2007 el 30% de los casos de discriminación
atendidos
por el Observatorio fueron por cuestiones relacionadas con el empleo,
en 2008
fue el 31% y en 2009 el 32%. Está claro que estamos ante una situación
que no
mejora.
Según
el
informe, los motivos más habituales de consulta son los cambios en las
condiciones de trabajo (horario, ubicación física, responsabilidades,
salario),
la vulneración de la confidencialidad de datos médicos, la solicitud de
la
prueba del VIH sin tener relevancia para el puesto, la exclusión de
oposiciones, las dificultades para encontrar trabajo o los despidos.
Igualmente, las 13 entidades que participan en la Federación Trabajando
en
Positivo, a través de la labor diaria que desarrollan en el apoyo
directo a
personas que viven con VIH en su proceso de inserción laboral,
refrendan que
estas situaciones forman parte de su realidad cotidiana. Todas estas
circunstancias, colocan a las personas con VIH en una situación de
desventaja
tanto a la hora de acceder al mercado laboral como a la hora de
mantener su
puesto de trabajo.
Los
prejuicios y la ignorancia entorno al VIH perpetúan un estigma que
infunde
miedo a la sociedad y dificulta a las personas afectadas revelar que
viven con
VIH en determinados entornos como el laboral.
Si
bien la
persona trabajadora no tiene la exigencia legal de comunicar que tiene
VIH
(partiendo de la consideración que las relaciones en el entorno laboral
no
pueden considerarse como una situación de riesgo para la transmisión
del VIH),
el ocultamiento de la enfermedad supone una presión y un estrés
psicológico muy
importante que no favorece el proceso físico (incluyendo el rendimiento
laboral). De hecho, en muchas ocasiones, la persona llega a poner en
riesgo su
propia salud, anteponiendo la ocultación de su seropositividad a
aspectos como
acudir a las citas de seguimiento médico, tomar correctamente el
tratamiento
médico o solicitar, en el caso de necesitarla, una adaptación de su
puesto de
trabajo a su estado físico y psicológico actual.
Sin
duda, el
temor a ser rechazado en su entorno laboral e incluso a llegar a ser
despedido
por este motivo suponen para la persona una pérdida en sus derechos y
una nueva
barrera, la relacionada con tener que vivir constantemente pendiente de
que su
entorno descubra su condición de persona con VIH.
Ante
los
devastadores efectos de la discriminación de las personas con VIH en el
ámbito
laboral, la Federación Trabajando en Positivo y el Observatorio de DDHH
y VIH
de RED2002 insiste en pedir a todos los actores involucrados que
tomen
medidas: empresas, sindicatos, mutuas de trabajo y administración.
Así
mismo,
desde la comunidad, también debemos trabajar en acciones encaminadas
tanto
hacia la eliminación del estigma como a la prevención y denuncia de las
vulneraciones de derechos. Debemos conseguir que todos los actores se
involucren de verdad con este tema, poniendo los medios necesarios para
cumplir
la legislación y para que se produzca una igualdad efectiva y real de
derechos
de las personas con VIH.