12 marzo 2009
Organizaciones sociales exigen que la ONU tenga en cuenta el informe crítico de la Comisión Europea en la nueva estrategia mundial de drogas

UNAD, ENCOD, ENLACE, FAC y FAUDAS, organizaciones sociales del campo de las políticas de drogas, las drogodependencias y las personas afectadas, demandan a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que en la evaluación de la política mundial de drogas y en la elaboración de una nueva estrategia para los próximos diez años se tenga en cuenta el Informe de la Comisión Europea (CE), que se muestra crítico con los resultados de la estrategia internacional contra las drogas entre 1998 y 2007


Según ENCOD, “resulta muy significativo que la Comisión Europea reconozca públicamente el fracaso de la estrategia represiva en la política de drogas y llame laatención sobre las consecuencias dañinas que ha tenido en las personas afectadas”.

ENLACE afirma que “cada vez son más organizaciones sociales y autoridades oficiales las que están pidiendo un cambio en el rumbo de la política de drogas”.

FAC considera que “si Naciones Unidas hace oídos sordos a estas críticas en el diseño de la nueva estrategia para la próxima década, sería de una irresponsabilidad tremenda, pues ya saben que están aplicando políticas que causan más daños de los que pretenden resolver y cuyo fracaso está más que comprobado”.

Por su parte, FAUDAS lamenta “que Naciones Unidas se empeñe en seguir aplicando políticas de drogas costosas, sin resultados positivos, en lugar de desarrollar políticas centradas en la salud pública, basadas en derechos humanos y sensibles a las diferencias de género”.

Entre otros aspectos, UNAD demanda que en la Estrategia de la ONU en materia de drogas “se elimine el veto que existe sobre las políticas de reducción de daños,cuando llevan años desarrollándose con éxito en muchos países del mundo”.

Estas organizaciones también apoyan la iniciativa del presidente de Bolivia, Evo Morales, que ha defendido en la Cumbre de Naciones Unidas de Viena para la lucha contra las drogas la retirada de la hoja de coca de la lista de drogas prohibidas por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), al considerarla un recurso natural propio con tradición milenaria.